¿La Mona Lisa padecía sífilis?

De acuerdo a Jonathan Jones, crítico de arte de The Guardian, el célebre pintor contrató a músicos y bufones para lograr que la Gioconda hiciera una mueca de alegría. Algunos dirían que lo logró a medias. Otros recordarán el uso de la ancestral técnica de “sfumato” que provoca una ilusión óptica a medida que uno se aleja de la obra. Pero Jones tiene otra idea. “Quizá la Mona Lisa tenía sífilis”, asegura. Así que, opina, su sonrisa sería un gesto irónico ante el hecho de que el sexo puede provocar enfermedad. ¿En qué se basa Jones para hacer tal aseveración? Uno, en documentos históricos que encontró y validan su hipótesis. Se trata de un recibo donde consta que Lisa Gherardini compró en una botica “agua de caracol” (Acqua di Chiocciole), un remedio usado en su época para tratar las enfermedades de transmisión sexual, entre ellas la sífilis. El brebaje —que incluía hierbas, lombrices y ajenjo— también pudo ser para su esposo, comenta Jones. De cualquier manera, se trató de un padecimiento que atacó la sociedad