La película que el Me Too hizo posible

Blonde fue uno de los filmes más esperados de la Mostra de Venecia al ser un retrato de una de las artistas ícono de la cultura pop: Marilyn Monroe. Uno en el que la diva no se muestra idealizada y en el que se retrata a un Hollywood desalmado, cruel y utilitario que convirtió y abusó de ella como producto. Lograr el filme dirigido por Andrew Dominik no fue sencillo, nadie quería contribuir monetariamente, hasta que el movimiento del Me Too hizo voltear a las personas hacia problemáticas como las que vivió la diva, de abusos hacia la mujer. “Es una película que provoca la reflexión de cuántas cosas han cambiado y por cuáles hay que seguir empujando”, dijo Ana de Armas, quien interpreta a Marilyn en el filme. Para Dominik, la respuesta de qué ha cambiado en Hollywood en relación con las mujeres desde la época de Monroe a la actualidad es contundente. “Ahora se les paga más, no las puedes violar… ¿Entiendes a lo que me refiero?”, dijo el director en tono irónico. Para el australiano, la cinta muestra cómo las m