La valoración del arte indígena está en ciernes

En México, el racismo y la discriminación son los pilares de esa “mirada blanca” con la que se fomenta al arte contemporáneo occidental que no incluye a artistas indígenas, señala Guillermina Ortega (Poza Rica, 1960). Sin embargo, añade en entrevista con La Jornada, los artistas indígenas “están haciendo brecha, comunidad, para que muy pronto la puerta del reconocimiento se abra para nosotros de par en par. El día que suceda, será maravilloso, pues aquella mirada blanca se transformará; vamos a estar incluidos y se sabrá que hacemos un arte tan válido como el que se produce en las grandes urbes, en un diálogo horizontal”. La valoración del arte indígena en México, reitera la artista y educadora, “está en ciernes, vamos lentos, a diferencia de Guatemala o Colombia, y ni hablar de lo que sucede en Canadá o Estados Unidos. Aquí se necesita más tiempo e investigación, necesitamos curadores indígenas también, para que tiendan puentes de comprensión con los lenguajes, con el ritual, con la imaginería, que son la es