La violencia sirve como antídoto del Estado

Serpenteando por la selva, una camioneta se dirige a la residencia de una mujer excombatiente. Por el camino hay evidencia de metralla entre los muros de fachadas que aparecen de repente. A la puerta toca Nimmi Gowrinathan. La mujer que la recibe lleva muletas, ha perdido una pierna en el conflicto armado más largo de Sri Lanka, entre las fuerzas gubernamentales y los Tigres de Liberación del Eelam Tamil, guerrilla mejor conocida como los Tigres Tamiles. El encuentro entre Gowrinathan y Nayaki se sostiene tras la resolución del conflicto armado, que duró alrededor de tres décadas, con más de 75 mil muertos y miles de desplazados. Nayaki combatió, al igual que cientos, por la constitución de un Estado para un grupo étnico desdeñado social y políticamente. Ella fue de las mujeres que se sumaron a la guerrilla y tomaron las armas. Como otros tantos, este es un caso que se expone en De armas tomar: por qué las mujeres eligen la violencia, de Nimmi Gowrinathan, investigadora srilankesa que durante 20 años siguió l