Lady Bird

Greta Gerwig debuta en la dirección con Lady Bird, historia pequeña de descubrimiento e iniciación en clave adolescente, protagonizada por Saoirse Roman en estado de gracia. Años como escritora y actriz han preparado el camino para este genial despliegue de sensatez y amor por la historia que se está contando. La debutante directora hace gala de madurez e intenciones, gracias a pequeños triunfos en todas las decisiones, en todos los aspectos de la película, convertida en un delicioso retrato del fin de la infancia y la llegada a trompicones a la edad adulta. Desde luego, la premisa con la que parte esta directora y guionista no es precisamente original. Lo genial de Lady Bird es que, a partir de elementos bastante previsibles, en principio, Greta Gerwig construye una fabulosa colección de personajes y situaciones que dejan al espectador el poso de haber presenciado algo especial, diferente y orgulloso de enarbolar esa diferencia como bandera. Sin hacer excesivo ruido, sin excentricidades visuales, presentada