Las redes, forma de vida que no aporta

Una larga fila se formó el pasado 1 de junio afuera del Museo de Arte Moderno (MAM), un hecho poco usual, justo después de los dos años más fuertes de la pandemia de covid-19. ¿La razón? La inauguración de la exposición “Daniel Lezama. Vértigos de mediodía”, una retrospectiva de los 25 años de carrera de uno de los pintores contemporáneos más destacados de México. Para el artista, este evento significa haber “conquistado una cima”, asegura en entrevista. La obra del mexicano, que se caracteriza por el uso de símbolos mexicanos y la fuerte presencia de la naturaleza, así como el desnudo de los protagonistas, que en su mayoría son personajes infantiles, ha sido expuesta en Beijing, Leipzig, Milán, Nueva York y forma parte de colecciones nacionales e internacionales, como la del MAM o la de Murderme Collection, de Damien Hirst. Mientras el público se reunía para celebrar las creaciones de Lezama, en redes sociales surgían quejas por el cuadro La Venus, el Rebel; incluso se mencionó el tema de la “cultura de canc