Libros a cuarentena, en el regreso

Cada biblioteca y cada archivo de México deberá adecuarse a la nueva normalidad. En las bibliotecas públicas del país ya no podrá haber grupos de jovencitos haciendo la tarea, hombro con hombro, en una mesa; ni las bibliotecas universitarias podrán recibir a los 500, mil o 2 mil alumnos al día. No habrá estantería abierta ni jornadas maratónicas de investigadores revisando legajos en los archivos históricos. Las bibliotecas y archivos, como todos los espacios culturales, deberán reabrir sus puertas tras la pandemia conforme a lineamientos y protocolos de bioseguridad ante el coronavirus; prevalecerán todas las medidas de higiene y sana distancia, el uso obligatorio de cubrebocas, pero también una manera distinta de hacer uso de libros, expedientes y documentos. Incluso las escuelas de bibliotecología y archivística se preparan para una nueva dinámica. Saben que el regreso será distinto y aunque priva un compromiso común por regresar con todas las medidas de bioseguridad para el personal y los usuarios, que ti