Lis Vega dice no tener miedo a mostrarse tal cual es, pues para ella el pudor no existe, tampoco el miedo ni la vergüenza, y confiesa que sus traspiés le ha costado ser hoy una mujer segura, que tampoco se inmuta ante las críticas, sobre todo, de aquellas que provienen de otras mujeres. "Me siento a gusto con mi cuerpo, de repente tengo críticas, sobre todo del público que me conoció de telenovelas y han visto un gran cambio en mí; antes era rubia, no tenía labios, estaba más fuerte, muy metida en las drogas, muy contaminada, y ahora que estoy más sana me gusta lo que veo en el espejo, estoy orgullosa de lo que soy, de dónde vengo, soy una fuerza que no me paran", señala. Esta seguridad de la que goza a sus 42 años hizo que Liz se animara a hacer una serie de videos eróticos para la plataforma de contenido para adultos Hot Go, en la que asegura, más que mostrar piel, muestra su esencia. "Para estos videos sabía que quería mostrarme tal cual soy, no me importaba si se veían mis cicatrices o mi celulitis, o mi
Liz Vega ignora las críticas de "frustradas"
Lis Vega dice no tener miedo a mostrarse tal cual es, pues para ella el pudor no existe, tampoco el miedo ni la vergüenza, y confiesa que sus traspiés le ha costado ser hoy una mujer segura, que tampoco se inmuta ante las críticas, sobre todo, de aquellas que provienen de otras mujeres. "Me siento a gusto con mi cuerpo, de repente tengo críticas, sobre todo del público que me conoció de telenovelas y han visto un gran cambio en mí; antes era rubia, no tenía labios, estaba más fuerte, muy metida en las drogas, muy contaminada, y ahora que estoy más sana me gusta lo que veo en el espejo, estoy orgullosa de lo que soy, de dónde vengo, soy una fuerza que no me paran", señala. Esta seguridad de la que goza a sus 42 años hizo que Liz se animara a hacer una serie de videos eróticos para la plataforma de contenido para adultos Hot Go, en la que asegura, más que mostrar piel, muestra su esencia. "Para estos videos sabía que quería mostrarme tal cual soy, no me importaba si se veían mis cicatrices o mi celulitis, o mi