Lo que debe tener un caricaturista

Elaborar una caricatura política es un proceso solitario con muchos vericuetos. Por ese motivo, describir y analizar lo que sucede entre el trazo de quien dibuja y el producto final es justamente lo que se propuso Waldo Matus en su libro Detrás del pincel. A diferencia de publicaciones similares, Detrás del pincel no es solo una recopilación de los trabajos de Waldo en diferentes medios, hay también una tarea reflexiva y analítica sobre el estilo, la influencia de la tecnología en el trabajo del caricaturista y las vicisitudes de la vida cotidiana de quien ejerce ese oficio. En entrevista, el colaborador de las páginas de Opinión considera que la labor del caricaturista político debe estar conformada por tres aspectos destacados: el análisis, la independencia y la honestidad, pero aclara que “todo eso se trabaja, todo eso se entrena y se tiene que ir propiciando con mucho esfuerzo”. Desde su perspectiva, la caricatura política es un deporte que requiere disciplina “al máximo”. De acuerdo con Waldo, opinar por