Los algoritmos ya nos conocen

El desencanto, afirma el escritor y catedrático Federico Gómez Rubio, es a veces tan peligroso y necesario como la utopía, pero también puede ser la mejor ocasión para volver a pensar la realidad y cómo se puede volver a construir. Con esa idea visitó y analizó siete ciudades utópicas que se han construido en América Latina con el fin de tener la sociedad perfecta. Así, en su libro Sí hay tal lugar. Viaje a las ruinas de las utopías latinoamericanas (Taurus, 2025) Gómez Rubio recorrió las ruinas de Fordlandia, la utopía industrial de Henry Ford en el Amazonas; fue a la utopía cristiana en Pátzcuaro, Michoacán, donde Vasco de Quiroga fundó sus hospitales-pueblo; caminó por la utopía racista Nueva Germania, en la selva paraguaya, y visitó la utopía neoliberal Santa Fe, en la Ciudad de México, “en la que estamos inmersos y quizás no sabemos cómo salir de ella”, afirma. ¿Construir una utopía es recluir a unos y expulsar a otros? Para construir una típica utopía, un mundo perfecto para un grupo de personas, se arr