Los últimos "revolucionarios" en el cine

Con la muerte de Gabriel Retes, un grupo de directores cuya propuesta cinematográfica es crítica y revolucionaria se vuelve cada vez más pequeño, pero su legado ha marcado una generación y un camino dentro de la historia del cine nacional por no seguir tendencias o la línea comercial. Arturo Ripstein Gracias a su padre el productor Alfredo Ripstein se familiarizó desde muy joven con genios de la cinematografía como Luis Buñuel, a quien conoció en 1958 mientras rodaba Nazarín. Los temas existenciales han sido una de las características de sus filmes y que se ven reflejados en sus trabajos más representativos como El castillo de la puereza (1972), El lugar sin límites (1977) y Cadena perpetua (1978), en los 90 vio un nuevo auge en su producción cinematográfica con filmes como Principio y fin (1993), Profundo carmesí (1996), El evangelio de las maravillas (1998), entre otras. Su recurso más usado es el plano secuencia, ejemplo de ello es su obra más reciente El diablo entre las piernas (2019), que es un muestrar