A sus 18 años, alejada del canto, Ángela Aguilar es empresaria al tener su propia tienda en línea con cosas exclusivas, pero hay algo que no puede controlar y eso es la creatividad de fans o vendedores que usan su imagen para tener negocio. Sin autorización legal, pueden conseguirse en línea diversos objetos con el nombre de la intérprete de “En realidad”, que seguramente ella no conoce: n Por casi 400 pesos puede adquirirse, en páginas especializadas en ventas una muñeca de Ángela vestida de regional mexicano y descrita como algo pintado a mano. n También se ponen a la venta diversos vestidos para ponérselos, desde la tradicional Catrina, pasando por a china poblana, vestidos dorados y negros de noche, o la escaramuza yucateca. El vendedor presume que ha colocado más de 100 entre sus clientes. En su tienda oficial, Ángela solo cuenta con una muñeca con el título “Dime cómo quieres” y solo se pueden pedir máximo un par. n Una foto extraída de internet, con Ángela contra una pared de follaje, sirvió a algunos
Lucran con la imagen de Ángela Aguilar
A sus 18 años, alejada del canto, Ángela Aguilar es empresaria al tener su propia tienda en línea con cosas exclusivas, pero hay algo que no puede controlar y eso es la creatividad de fans o vendedores que usan su imagen para tener negocio. Sin autorización legal, pueden conseguirse en línea diversos objetos con el nombre de la intérprete de “En realidad”, que seguramente ella no conoce: n Por casi 400 pesos puede adquirirse, en páginas especializadas en ventas una muñeca de Ángela vestida de regional mexicano y descrita como algo pintado a mano. n También se ponen a la venta diversos vestidos para ponérselos, desde la tradicional Catrina, pasando por a china poblana, vestidos dorados y negros de noche, o la escaramuza yucateca. El vendedor presume que ha colocado más de 100 entre sus clientes. En su tienda oficial, Ángela solo cuenta con una muñeca con el título “Dime cómo quieres” y solo se pueden pedir máximo un par. n Una foto extraída de internet, con Ángela contra una pared de follaje, sirvió a algunos