Mejor que los padres no sean famosos

Ser hijo de padres famosos parece un ventajoso punto de partida, pero en muchas ocasiones se convierte en un caramelo difícil de digerir. Hacer un rápido repaso arroja un elevado número de hijos de celebridades de distinto nivel que han tenido problemas con el alcohol o las drogas, episodios depresivos, trastornos alimenticios, complicaciones con la justicia o intentos de suicidio. Romina Carrisi, hija de los cantantes Romina y Albano Power, ha sido la última en confesar que cayó en un abismo de drogas y alcohol después de participar junto a su padre en el reality italiano La isla de los famosos. “La gente me reconocía y yo no había hecho nada, solo ser hija de quien soy. No me gustaba a mí misma y empecé a beber y a tomar estupefacientes”, relató. Paris Jackson declaró que intentó suicidarse a los 14 años, después de morir su padre, Michael Jackson, debido al acoso continuo que recibió a través de sus cuentas personales en las redes sociales. “El nivel de odio llegó tan alto que intenté quitarme la vida”, co