México, con arqueología de clase mundial

“Los mexicanos somos amantes de nuestros ancestros”, dijo el arqueólogo y el director del Proyecto Templo Mayor, Leonardo López Luján. En una charla habló acerca de la publicación de su libro Arqueología mexicana. Sus orígenes y proyecciones, editado por El Colegio Nacional. El investigador del INAH comentó que el pasado permea todos los ámbitos del quehacer cotidiano ya que el interés por conocer las culturas antiguas del país se remonta a los siglos XVII y XVIII, cuando figuras como Carlos de Sigüenza y Góngora y Lorenzo Boturini intentaron estudiar las pirámides de Teotihuacán. Por más de una hora, López Luján tocó varios temas: por qué las primeras publicaciones sobre arqueología en México fueron apócrifas, cómo influyeron las excavaciones hechas en Italia para que en el país se iniciaran rescates arqueológicos, quién fue el anticuario y pésimo dibujante Guillermo Dupaix, por qué el monolito de la Coatlicue causó temor a las autoridades y fue sepultado, y cómo fue trasladada la Piedra del Sol, cuyo peso s