Nicola Porcella se ha convertido en uno de los consentidos de La casa de los famosos México, integrante del team Infierno y muy cercano a Wendy, recibió una sorpresa, cuando se encontraba en el jardín de la casa y vio entrar a su madre, Fiorella, quien viajó desde Perú para poder abrazarlo y darle ánimos en la recta final del reality. Fiorella se declaró fan de Sergio Mayer, pues lo recuerda de su etapa como integrante de Garibaldi, pero el momento más emocionante para los fans de Nicola y Wendy, fue cuando el peruano presentó a la influencer con su madre, y lo hizo “como su esposa”, situación que sonrojó a Guevara y divirtió a su mamá, quien se divirtió bromeando con ella como si fuera su suegra. La belleza de la señora Fiorella y el parecido de Nicola con su madre fue algo que cautivó no solo al público, sino a los integrantes de la casa, quienes disfrutaron la visita, luego que en semanas anteriores recibieron a Ponchito, hijo de Poncho de Nigris, y a Mila, la nieta de Sergio Mayer. El momento más emotivo
Nicola llora al leer carta de su hijo
Nicola Porcella se ha convertido en uno de los consentidos de La casa de los famosos México, integrante del team Infierno y muy cercano a Wendy, recibió una sorpresa, cuando se encontraba en el jardín de la casa y vio entrar a su madre, Fiorella, quien viajó desde Perú para poder abrazarlo y darle ánimos en la recta final del reality. Fiorella se declaró fan de Sergio Mayer, pues lo recuerda de su etapa como integrante de Garibaldi, pero el momento más emocionante para los fans de Nicola y Wendy, fue cuando el peruano presentó a la influencer con su madre, y lo hizo “como su esposa”, situación que sonrojó a Guevara y divirtió a su mamá, quien se divirtió bromeando con ella como si fuera su suegra. La belleza de la señora Fiorella y el parecido de Nicola con su madre fue algo que cautivó no solo al público, sino a los integrantes de la casa, quienes disfrutaron la visita, luego que en semanas anteriores recibieron a Ponchito, hijo de Poncho de Nigris, y a Mila, la nieta de Sergio Mayer. El momento más emotivo