A sus 72 años, la actriz María Antonieta de las Nieves, conocida por su papel de la Chilindrina en la serie El Chavo del 8, ha compartido abiertamente su disposición para volver a enamorarse, transcurridos cuatro años desde la triste pérdida de su esposo, el locutor Gabriel Fernández. En un reciente encuentro con los medios, retomado por Sale el sol, la famosa expresó su interés en dos caballeros, sin descartar a José Manuel Fernández, la pareja de la fallecida Talina Fernández, a quien elogió diciendo que, aunque no se considera tan intelectual como la “Dama del buen decir”, sí se considera una “viejita muy divertida”. “Talina era, en paz descanse mi amiga linda y adorada. Ni tengo la capacidad intelectual ni la facilidad de palabra que ella tenía, pero también soy divertida. Pues a lo mejor le gusto”, comentó María Antonieta. En caso de no concretar nada con José Manuel, también dirigió su atención al actor cubano Otto Sirgo, enviándole incluso un mensaje a través de las cámaras. “Señor Otto Sirgo, si usted
Otto Sirgo “batea” a la “Chilindrina”
A sus 72 años, la actriz María Antonieta de las Nieves, conocida por su papel de la Chilindrina en la serie El Chavo del 8, ha compartido abiertamente su disposición para volver a enamorarse, transcurridos cuatro años desde la triste pérdida de su esposo, el locutor Gabriel Fernández. En un reciente encuentro con los medios, retomado por Sale el sol, la famosa expresó su interés en dos caballeros, sin descartar a José Manuel Fernández, la pareja de la fallecida Talina Fernández, a quien elogió diciendo que, aunque no se considera tan intelectual como la “Dama del buen decir”, sí se considera una “viejita muy divertida”. “Talina era, en paz descanse mi amiga linda y adorada. Ni tengo la capacidad intelectual ni la facilidad de palabra que ella tenía, pero también soy divertida. Pues a lo mejor le gusto”, comentó María Antonieta. En caso de no concretar nada con José Manuel, también dirigió su atención al actor cubano Otto Sirgo, enviándole incluso un mensaje a través de las cámaras. “Señor Otto Sirgo, si usted