Para ser parachico o chuntá no se requiere ser originario de algún lugar específico, puede hacerlo cualquiera, siempre y cuando respete ciertos parámetros al portar esta indumentaria. Por esta razón, varios lugares rentan los trajes tanto de parachicos como de chuntá y chiapanecas. Uno está ubicado frente al Laboratorio de Arte y Filosofía Sanitaria, en la avenida Francisco I. Madero número 451, barrio de San Jacinto, en Chiapa de Corzo. La renta de los trajes de parachico cuesta 300 pesos por día e incluye chalina, sarape, chinchín, máscara y montera. Como requisito hay que dejar credencial del INE. El propietario comenta que los días de mayor demanda del traje son del 15 al 23 de enero, por lo que los interesados deben pasar con tiempo a hacer su apartado en la dirección citada. Asimismo, explica que la renta de los trajes es para que las personas puedan vivir en carne propia lo que provoca escuchar el sonido del tambor y el pito, una tradición que la familia del arrendatario vive con gran fervor. En su hog
Parachicos y chiapanecas se visten de gala
Para ser parachico o chuntá no se requiere ser originario de algún lugar específico, puede hacerlo cualquiera, siempre y cuando respete ciertos parámetros al portar esta indumentaria. Por esta razón, varios lugares rentan los trajes tanto de parachicos como de chuntá y chiapanecas. Uno está ubicado frente al Laboratorio de Arte y Filosofía Sanitaria, en la avenida Francisco I. Madero número 451, barrio de San Jacinto, en Chiapa de Corzo. La renta de los trajes de parachico cuesta 300 pesos por día e incluye chalina, sarape, chinchín, máscara y montera. Como requisito hay que dejar credencial del INE. El propietario comenta que los días de mayor demanda del traje son del 15 al 23 de enero, por lo que los interesados deben pasar con tiempo a hacer su apartado en la dirección citada. Asimismo, explica que la renta de los trajes es para que las personas puedan vivir en carne propia lo que provoca escuchar el sonido del tambor y el pito, una tradición que la familia del arrendatario vive con gran fervor. En su hog