Hace varios años, la escritora iraní Parinoush Saniee (Teherán, 1949) decidió salir de su patria y migrar a Estados Unidos, porque sus libros comenzaron a traducirse a otras lenguas, pero el gobierno no le autorizaba firmar contratos ni ganar dinero por la venta de sus obras, cargadas de una prosa que viaja entre la ternura y la tristeza para explorar el exilio, la lengua, el mundo persa y los derechos de las mujeres. “Mis libros están vetados en Irán, así que no me permiten publicar y por eso tuve que conseguir una residencia permanente en otro país para lograr escribir y firmar los contratos de mis libros”, explicó Parinoush Saniee en entrevista con Excélsior, luego de presentar en México Los que se van y los que se quedan, su obra más reciente. En esta novela, una familia iraní es separada por la revolución de 1979 y 30 años después se reúne durante diez días en una casa de la costa de Turquía, para enfrentar las diferencias y los malentendidos que se han forjado en silencio, mientras la matriarca intenta
Parinoush Saniee navega en la diáspora
Hace varios años, la escritora iraní Parinoush Saniee (Teherán, 1949) decidió salir de su patria y migrar a Estados Unidos, porque sus libros comenzaron a traducirse a otras lenguas, pero el gobierno no le autorizaba firmar contratos ni ganar dinero por la venta de sus obras, cargadas de una prosa que viaja entre la ternura y la tristeza para explorar el exilio, la lengua, el mundo persa y los derechos de las mujeres. “Mis libros están vetados en Irán, así que no me permiten publicar y por eso tuve que conseguir una residencia permanente en otro país para lograr escribir y firmar los contratos de mis libros”, explicó Parinoush Saniee en entrevista con Excélsior, luego de presentar en México Los que se van y los que se quedan, su obra más reciente. En esta novela, una familia iraní es separada por la revolución de 1979 y 30 años después se reúne durante diez días en una casa de la costa de Turquía, para enfrentar las diferencias y los malentendidos que se han forjado en silencio, mientras la matriarca intenta