Pintura de Teotihuacán tiene cinabrio y hematita

Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) confirmaron el uso de cinabrio y hematita para la elaboración de murales en Teotihuacán, que se realizaron entre los 200 y 300 d.C. Los investigadores estudiaron las pinturas murales más representativas del Complejo de Quetzalpapálotl, ubicado al suroeste de la Plaza de la Luna, donde se pueden encontrar estructuras de fases temprana y tardía. Los pinturas se encuentran en el Palacio homónimo (Quetzalpapálotl), el Patio de los Jaguares, el Templo de los Caracoles Emplumados y el Complejo Sur. Los especialistas identificaron que por primera vez, el cinabrio y la hematita fueron utilizados para lograr tonalidades rojizas en las decoraciones tempranas de la urbe. El hallazgo es relevante porque hasta el momento solo se había identificado en fragmentos sueltos datados en las últimas etapas del desarrollo estilístico y tecnológico de la metrópoli, entre 350 y 550 d.C. Además de la presencia de