Pisar Bellas Artes me estremece

“Antes pensaba que las mujeres no podíamos ocupar los grandes espacios para conciertos”, confiesa la cantante Mon Laferte. Pero eso quedará atrás cuando camine por los pasillos del palacio de Bellas Artes rumbo al escenario de la sala principal, donde se presentará como lo han hecho dos de sus grandes influencias: Juan Gabriel y Chavela Vargas. “Estoy emocionada, todavía no lo puedo digerir. Ahí tocaron mis ídolos”, confiesa. La chilena, nacionalizada mexicana, ya ha pisado escenarios emblemáticos de la ciudad como el del Auditorio Nacional, donde ha cantado para diez mil personas; sin embargo, el peso que tiene Bellas Artes —espacio en el que caben alrededor de mil 300 asistentes—, es imponente. “Ya estuve ahí, fui a hacer revisar temas técnicos, la acústica, visualizar dónde voy a estar parada, a dónde voy a mirar, y me estremecí”, cuenta. Su último disco, Autopoética, salió en noviembre, y ahora el verdadero reto, señala, será llevar todos los sonidos con los que experimentó en este lanzamiento y que inclu