“No puedo ser lo que todavía ve en esta cara. Y no puedo ser otra cosa en libertad, porque en tu espejo de sonrisa blanda está la imagen que me aplasta, el hijo verdadero y a medida de la madre, el buen pingüino rosa yendo y viniendo y tan valiente hasta el final, la forma que me diste en tu deseo: honrado, cariñoso, jubilable, desplomado”. Lo escribió un Julio Cortázar ya adulto en una carta-poema que nunca se atrevió a enviar a su progenitora, con la que en cambio mantuvo correspondencia ininterrumpida por 30 años. El peso de ese matriarcado como punta de iceberg de una asfixia familiar insoportable, una probable relación incestuosa con su hermana, el menor peso en la vida y la obra de su viuda Aurora Bernárdez, un tratamiento hormonal para su gigantismo que como efecto secundario lo convirtió a sus casi 60 años en un notable depredador sexual, y la muerte por leucemia, sí, pero apuntillado por el sida contraído por una transfusión de sangre, son los aspectos mayormente de regusto freudiano del gran escrit
Polémica carta de Cortázar a su madre
“No puedo ser lo que todavía ve en esta cara. Y no puedo ser otra cosa en libertad, porque en tu espejo de sonrisa blanda está la imagen que me aplasta, el hijo verdadero y a medida de la madre, el buen pingüino rosa yendo y viniendo y tan valiente hasta el final, la forma que me diste en tu deseo: honrado, cariñoso, jubilable, desplomado”. Lo escribió un Julio Cortázar ya adulto en una carta-poema que nunca se atrevió a enviar a su progenitora, con la que en cambio mantuvo correspondencia ininterrumpida por 30 años. El peso de ese matriarcado como punta de iceberg de una asfixia familiar insoportable, una probable relación incestuosa con su hermana, el menor peso en la vida y la obra de su viuda Aurora Bernárdez, un tratamiento hormonal para su gigantismo que como efecto secundario lo convirtió a sus casi 60 años en un notable depredador sexual, y la muerte por leucemia, sí, pero apuntillado por el sida contraído por una transfusión de sangre, son los aspectos mayormente de regusto freudiano del gran escrit