“La catalanidad en México está infiltrada. Hay mucha más presencia catalana en la forja de la sociedad mexicana de lo que a simple vista podríamos suponer”, expresa en entrevista el historiador José María Murià Rouret, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y quien alista un libro de memorias sobre los pleitos diplomáticos que provocaron los preparativos de la conmemoración del Quinto Centenario del Encuentro de dos Mundos en 1992. El investigador que participó en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en conversatorios sobre la relación entre Cataluña y México comenta que, aunque con el exilio español de 1939 llegaron más de 10 mil catalanes al país, desde el periodo colonial ya había presencia de ellos. Por ejemplo, el armador de barcos y cosmógrafo Joanot Durán llegó a México en 1527 como parte del equipo del conquistador Francisco de Montejo y, años después, fue nombrado cosmógrafo real. Otro caso es el de Antoni Boteller, el primer catalán en llegar a Jalisco y Zacatecas, o el de Joan Mess
Presencia catalana está infiltrada
“La catalanidad en México está infiltrada. Hay mucha más presencia catalana en la forja de la sociedad mexicana de lo que a simple vista podríamos suponer”, expresa en entrevista el historiador José María Murià Rouret, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y quien alista un libro de memorias sobre los pleitos diplomáticos que provocaron los preparativos de la conmemoración del Quinto Centenario del Encuentro de dos Mundos en 1992. El investigador que participó en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en conversatorios sobre la relación entre Cataluña y México comenta que, aunque con el exilio español de 1939 llegaron más de 10 mil catalanes al país, desde el periodo colonial ya había presencia de ellos. Por ejemplo, el armador de barcos y cosmógrafo Joanot Durán llegó a México en 1527 como parte del equipo del conquistador Francisco de Montejo y, años después, fue nombrado cosmógrafo real. Otro caso es el de Antoni Boteller, el primer catalán en llegar a Jalisco y Zacatecas, o el de Joan Mess