En la ciudad de Guadalajara, la chiapaneca Petrona de la Cruz presentó su libro Chi´etik xchi´uk ch´a aetik vayichetik o Dulces y amargos sueños, en el marco de la fiesta literaria ¡Liber Filia! 2022. La presentación de este volumen, que fue editado por el Consejo Estatal para las Culturas y las Artes de Chiapas (Coneculta), como parte de la colección Tz´akbu Ajaw, se realizó el viernes 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La encargada de comentar lo obra fue la poeta Tanya Cosío, exdirectora de Publicaciones del Consejo Estatal para las Culturas y las Artes de Chiapas (Coneculta). En una entrevista reciente, Petrona de la Cruz explicó que esta historia estuvo guardada durante muchos años en su corazón y la escribió porque es algo que ella vivió en carne propia y que puede servir para que hombres y mujeres reflexionen sobre la violencia. Dulces y amargos sueños aborda la vida de una mujer que desde muy joven tuvo que comenzar a vivir con obligaciones de adulta
Presentan Dulces y amargos sueños
En la ciudad de Guadalajara, la chiapaneca Petrona de la Cruz presentó su libro Chi´etik xchi´uk ch´a aetik vayichetik o Dulces y amargos sueños, en el marco de la fiesta literaria ¡Liber Filia! 2022. La presentación de este volumen, que fue editado por el Consejo Estatal para las Culturas y las Artes de Chiapas (Coneculta), como parte de la colección Tz´akbu Ajaw, se realizó el viernes 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La encargada de comentar lo obra fue la poeta Tanya Cosío, exdirectora de Publicaciones del Consejo Estatal para las Culturas y las Artes de Chiapas (Coneculta). En una entrevista reciente, Petrona de la Cruz explicó que esta historia estuvo guardada durante muchos años en su corazón y la escribió porque es algo que ella vivió en carne propia y que puede servir para que hombres y mujeres reflexionen sobre la violencia. Dulces y amargos sueños aborda la vida de una mujer que desde muy joven tuvo que comenzar a vivir con obligaciones de adulta