Una de las exposiciones que a finales de la década de 1920 significó el reconocimiento del arte fotográfico en el México posrevolucionario fue "Salón mexicano de fotografía", inaugurada en agosto de 1928, que a decir de los especialistas significó un primer choque entre las corrientes pictorialistas y la segunda vanguardia. En ese cartel figuraban fotógrafos de renombre como Edward Weston, Agustín Jiménez, Tina Modotti, Manuel Álvarez Bravo, Hugo Brehme y Librado García Smarth, quien durante décadas quedaría opacado. Como apunta el historiador José Antonio Rodríguez: "A pesar de lo que se ha avanzado hoy en el conocimiento de la fotografía mexicana, falta casi todo por conocer de Smarth". En este último fotógrafo se centraron las investigaciones de un grupo de investigadores, coordinados por José Antonio Rodríguez, las que dieron como resultado el libro Librado García Smarth. La vanguardia fotográfica en Jalisco, que se presentó en el Teatro Degollado de Guadalajara. El volumen fue acreedor del Premio Anto
Presentarón libro sobre Librado García Smarth
Una de las exposiciones que a finales de la década de 1920 significó el reconocimiento del arte fotográfico en el México posrevolucionario fue "Salón mexicano de fotografía", inaugurada en agosto de 1928, que a decir de los especialistas significó un primer choque entre las corrientes pictorialistas y la segunda vanguardia. En ese cartel figuraban fotógrafos de renombre como Edward Weston, Agustín Jiménez, Tina Modotti, Manuel Álvarez Bravo, Hugo Brehme y Librado García Smarth, quien durante décadas quedaría opacado. Como apunta el historiador José Antonio Rodríguez: "A pesar de lo que se ha avanzado hoy en el conocimiento de la fotografía mexicana, falta casi todo por conocer de Smarth". En este último fotógrafo se centraron las investigaciones de un grupo de investigadores, coordinados por José Antonio Rodríguez, las que dieron como resultado el libro Librado García Smarth. La vanguardia fotográfica en Jalisco, que se presentó en el Teatro Degollado de Guadalajara. El volumen fue acreedor del Premio Anto