Proponen una nueva óptica en el cine

Durante su proceso creativo cinematográfico, Alejandra Márquez Abella y Jimena Montemayor desechan las primeras ideas que llegan a su cabeza, porque seguramente están condicionadas por la mirada masculina que ha permeado a la industria del séptimo arte por décadas. Las directoras de Las niñas bien y Restos de viento señalan que ese ejercicio permite obtener una mirada lejos de cómo se ha manejado en la historia, contribuyendo a una diversidad en pantalla. "Creo que la mirada femenina tiene que ver con una apertura de mirada y no específica. La mirada masculina, que es con la que aprendimos a ver a través del cine, tiene muchísimo sesgo: no reconoce la existencia, la vida, la experiencia de muchísimos seres, ya no voy a decir las mujeres o las minorías. La mirada no masculina es eso, es una apertura y aceptación de que otros seres existen", considera Márquez Abella. "En mi caso, una vez pensado esto, hago un esfuerzo por desechar las primeras ideas que me vienen a la cabeza, porque sé que están respondiendo a