Cuando un texto tiene la fuerza de Un tranvía llamado deseo, su vigencia no se pierde porque su complejidad, su condición universal, abarca muchas perspectivas, afirma Mariana Giménez, directora de Puerto deseo, versión libre del clásico de Tennessee Williams. “Podríamos decir que es un tejido complejo. Entonces, el tranvía tiene varias miradas: cómo lo social determina lo íntimo, por supuesto; el patriarcado; el género y el poder, digamos, de cambiar la perspectiva o reorganizar las narrativas y que se mantenga la esencia. Ese es el poder que tiene este clásico”, continúa. La violencia sistémica y su réplica en la intimidad es, en otras palabras, lo que mantiene vigente la obra. Por qué sucede, se pregunta Giménez, en círculos que, por lo común son producto de elecciones más o menos deliberadas: la pareja, con quien uno mismo quiere compartir la vida; el espacio familiar, que puede llegar a distorsionarse y dejar de ser el espacio de amor y cuidado al que se aspiraría por esencia: “Son los sistemas de viole
Puerto deseo tiene el poder de un clásico
Cuando un texto tiene la fuerza de Un tranvía llamado deseo, su vigencia no se pierde porque su complejidad, su condición universal, abarca muchas perspectivas, afirma Mariana Giménez, directora de Puerto deseo, versión libre del clásico de Tennessee Williams. “Podríamos decir que es un tejido complejo. Entonces, el tranvía tiene varias miradas: cómo lo social determina lo íntimo, por supuesto; el patriarcado; el género y el poder, digamos, de cambiar la perspectiva o reorganizar las narrativas y que se mantenga la esencia. Ese es el poder que tiene este clásico”, continúa. La violencia sistémica y su réplica en la intimidad es, en otras palabras, lo que mantiene vigente la obra. Por qué sucede, se pregunta Giménez, en círculos que, por lo común son producto de elecciones más o menos deliberadas: la pareja, con quien uno mismo quiere compartir la vida; el espacio familiar, que puede llegar a distorsionarse y dejar de ser el espacio de amor y cuidado al que se aspiraría por esencia: “Son los sistemas de viole