Quieren preservar legado de Toledo

En el primer día que el mundo despertó sin Francisco Toledo, las aulas no cerraron. En el Centro de la Artes de San Agustín (CaSa), el primer espacio artístico y ecológico de Latinoamérica, los talleres y las clases continuaron. Fundado por el “oaxaqueño universal” en 2006, en lo que fue la fábrica de Hilados y Tejidos La Soledad, adquirida por el pintor en el 2000, el CaSa es refugio de fotógrafos, bailarines, artesanos y artistas que buscan compartir sus conocimientos en clases que, por disposición de Toledo, son gratuitas. En este espacio, la búsqueda y experimentación artística siguió, pero envuelta en la tristeza que se mezcla con la incertidumbre sobre el futuro de los proyectos impulsados por el benefactor. Pese a que en la despedida que ofreció la familia del artista en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), su hija Sara indicó que la labor de su padre persistirá, en el CaSa saben que la ausencia de Toledo apenas comienza. Motivados por esta certeza, alumnos y talleristas decidieron enviar u