Raúl Ornelas es el compositor de grandes éxitos en la música mexicana como “Qué voy a hacer sin su amor”, que interpreta Alejandro Fernández, “Otra vez”, a la que pone voz Víctor García, o “No era necesario”, con Reyli Barba, entre muchas otras. El cantautor se define como sobreviviente de una industria que, como él mismo lo dice, a veces te abraza, pero otras te aprietan el cuello. Ha preferido no seguir modas para seguir fiel a su estilo, algo que aprendió de Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat y hasta del poeta Charles Bukowski. “Hay canciones que son solo para mí. Algunas las escribí por salud mental, por sanidad, por necesidad. Y que luego se vuelvan éxitos y que la gente me las pida y las cante conmigo… eso no lo pago con nada”, cuenta el chiapaneco en entrevista. Ornelas también es consciente de que la industria ha cambiado, y que ahora los autores enfrentan nuevos retos. “Estoy bien asustado con todo lo que está pasando. Todo es tan inmediato, tan fácil. Pero el sentimiento humano es irremplazable. N
Raúl Ornelas, sin apegarse a modas
Raúl Ornelas es el compositor de grandes éxitos en la música mexicana como “Qué voy a hacer sin su amor”, que interpreta Alejandro Fernández, “Otra vez”, a la que pone voz Víctor García, o “No era necesario”, con Reyli Barba, entre muchas otras. El cantautor se define como sobreviviente de una industria que, como él mismo lo dice, a veces te abraza, pero otras te aprietan el cuello. Ha preferido no seguir modas para seguir fiel a su estilo, algo que aprendió de Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat y hasta del poeta Charles Bukowski. “Hay canciones que son solo para mí. Algunas las escribí por salud mental, por sanidad, por necesidad. Y que luego se vuelvan éxitos y que la gente me las pida y las cante conmigo… eso no lo pago con nada”, cuenta el chiapaneco en entrevista. Ornelas también es consciente de que la industria ha cambiado, y que ahora los autores enfrentan nuevos retos. “Estoy bien asustado con todo lo que está pasando. Todo es tan inmediato, tan fácil. Pero el sentimiento humano es irremplazable. N