Raya y el último dragón

Un filme como los que casi ya no vemos en una industria dominada por adaptaciones, remakes y franquicias de interminables secuelas. Visualmente despampanante y con dos personajes simpáticos y fáciles de amar al centro de su historia, es casi inevitable dejarse fascinar por la película, pese a lo repetitivo de su mensaje. Detalle que seguro pasara desapercibido por los más pequeños del hogar, y al público más adulto. El trabajo más complicado que tiene cualquier ficción es crear un mundo cautivador que se sienta real y se vuelva casi un personaje por sí mismo. Cuando hablamos de animación, la plasticidad que este género le da a la imaginación hace más exigente esta demanda. A lo largo de los años, Disney ha sido una de las compañías que ha destacado por esto mismo, y Raya y el último dragón es la prueba de que el fotorrealismo y la animación pueden convivir. Sinopsis Tiempo atrás, en el fantástico reino de Kumandra, los humanos y los dragones vivían juntos en armonía, pero cuando unos siniestros monstruos con