Robot dreams

En Robot dreams, el director de Blancanieves y Torremolinos 73 ha adaptado el cómic de Sara Varon de 2007 para descubrirnos la ternura y la melancolía que acompañan el recuerdo de las amistades perdidas, para señalarnos la importancia de esos amigos que, pase lo que pase, siempre tendrán espacio en nuestros corazones. Cuenta una sencilla historia a través de las imágenes, aunque no es plenamente muda porque incorpora sonido directo y banda sonora, de la cual es clave la utilización de un par de hits de la discográfica USA más popular. Basada en una novela gráfica (lo que habrá facilitado el trabajo del storyboard, minucioso para lograr que las imágenes, por sí solas, basten para seguir el relato), se ambienta en el Nueva York de los años 80, época algo anterior a cuando allí habitó Berger. Se nota que la recreación de la ciudad y sus alrededores es fiel y detallista, y de hecho toda la película funciona como si nos fuera narrada por alguien familiarizado con su entorno. Con todo, ahí acaba el afán de verosim