Esta semana hubo una imagen que le dio la vuelta al mundo: una cámara fotográfica cubierta de sangre. Era la cámara de la fotoperiodista palestina Mariam Dagga, quien fue asesinada, junto a otros cuatro colegas por una bomba israelí dirigida a un hospital en Gaza. La imagen no fue indiferente para Steve McCurry (Pennsylvania, 1950), fotógrafo que ha ganado el World Press Photo cuatro veces. “Lo que vi y sentí (cuando vi la foto) seguro es lo mismo que tú sentiste. Pienso que nos estamos sintiendo entumecidos y creo que es por lo que hemos estado viendo en los últimos dos años, atrocidad tras atrocidad, pero decir que estoy en ‘shock’ no es suficiente”, dice el fotógrafo que ha cubierto conflictos en Afganistán y Ucrania. McCurry está de visita en la Ciudad de México porque ofreció un par de charlas en el Museo Franz Mayer, como parte del programa público de la exposición del World Press Photo 2025 y en medio de su apretada agenda —ha paseado por el Mercado de Jamaica, Xochimilco y el Kiosco Morisco— conversa
Steve McCurry llega al Franz Mayer
Esta semana hubo una imagen que le dio la vuelta al mundo: una cámara fotográfica cubierta de sangre. Era la cámara de la fotoperiodista palestina Mariam Dagga, quien fue asesinada, junto a otros cuatro colegas por una bomba israelí dirigida a un hospital en Gaza. La imagen no fue indiferente para Steve McCurry (Pennsylvania, 1950), fotógrafo que ha ganado el World Press Photo cuatro veces. “Lo que vi y sentí (cuando vi la foto) seguro es lo mismo que tú sentiste. Pienso que nos estamos sintiendo entumecidos y creo que es por lo que hemos estado viendo en los últimos dos años, atrocidad tras atrocidad, pero decir que estoy en ‘shock’ no es suficiente”, dice el fotógrafo que ha cubierto conflictos en Afganistán y Ucrania. McCurry está de visita en la Ciudad de México porque ofreció un par de charlas en el Museo Franz Mayer, como parte del programa público de la exposición del World Press Photo 2025 y en medio de su apretada agenda —ha paseado por el Mercado de Jamaica, Xochimilco y el Kiosco Morisco— conversa