“Colocar una réplica del Teocalli de la Guerra Sagrada a un costado de Palacio Nacional no creo que aporte mucho al espacio público ni a quienes caminen por allí, aunque seguramente el gobierno de la Ciudad de México no compartirá mi opinión”, dice Miguel Pastrana Flores, investigador y académico del Instituto de Investigaciones Históricas, durante una visita al Museo Nacional de Antropología (MNA), donde se exhibe la pieza original del teocalli, que los arqueólogos extrajeron de Palacio Nacional en 1926. A su modo de ver, reproducciones como esta (2 a 1 en el Zócalo), que fue develada hace un par de días en la esquina nororiente de la Plaza de la Constitución perderá visibilidad en poco tiempo. “Piensa en cualquier monumento y verás cómo la atención se pierde. Lo que a mí me parece que hace falta es una mayor vinculación con el origen y la base, que es el museo, y no tanto con el monumento, que es algo del político, para que se note que se puso una piezota, pero con el tiempo también se olvidará quién la pus
Teocalli, símbolo que se tornará efímero
“Colocar una réplica del Teocalli de la Guerra Sagrada a un costado de Palacio Nacional no creo que aporte mucho al espacio público ni a quienes caminen por allí, aunque seguramente el gobierno de la Ciudad de México no compartirá mi opinión”, dice Miguel Pastrana Flores, investigador y académico del Instituto de Investigaciones Históricas, durante una visita al Museo Nacional de Antropología (MNA), donde se exhibe la pieza original del teocalli, que los arqueólogos extrajeron de Palacio Nacional en 1926. A su modo de ver, reproducciones como esta (2 a 1 en el Zócalo), que fue develada hace un par de días en la esquina nororiente de la Plaza de la Constitución perderá visibilidad en poco tiempo. “Piensa en cualquier monumento y verás cómo la atención se pierde. Lo que a mí me parece que hace falta es una mayor vinculación con el origen y la base, que es el museo, y no tanto con el monumento, que es algo del político, para que se note que se puso una piezota, pero con el tiempo también se olvidará quién la pus