Como actor en paro durante 20 años, Michael Dorsiey tiene que reinventarse. El mundo del espectáculo es cruel: siempre quieren gente más joven o más vieja, más alta o más baja, más delgada o más gorda. Nunca eres suficiente. Hoffman interpreta a un actor en un punto muerto de su carrera, que ha de vestirse de mujer para encontrar (al fin) un trabajo interpretativo. Para triunfar, hay que estar dispuesto a cualquier cosa. Los gags más divertidos de esta película son, inevitablemente, las batallas de Dustin Hoffman con su propio aspecto físico como mujer. Depilarse, maquillarse, llevar tacones, arreglarse la peluca... Ser mujer (la mujer que se espera de la sociedad, al menos) es una tarea que requiere mucho esfuerzo, tiempo y dedicación. “No sé cómo las mujeres pueden ir guapas y no morirse de hambre”, dice el protagonista en un momento dado. Uno de los aspectos que más sorprenden, además, es el retrato que Hoffman hace de las consecuencias de esa presión por la belleza: la inseguridad y la falta de autoestima
Tootsie
Como actor en paro durante 20 años, Michael Dorsiey tiene que reinventarse. El mundo del espectáculo es cruel: siempre quieren gente más joven o más vieja, más alta o más baja, más delgada o más gorda. Nunca eres suficiente. Hoffman interpreta a un actor en un punto muerto de su carrera, que ha de vestirse de mujer para encontrar (al fin) un trabajo interpretativo. Para triunfar, hay que estar dispuesto a cualquier cosa. Los gags más divertidos de esta película son, inevitablemente, las batallas de Dustin Hoffman con su propio aspecto físico como mujer. Depilarse, maquillarse, llevar tacones, arreglarse la peluca... Ser mujer (la mujer que se espera de la sociedad, al menos) es una tarea que requiere mucho esfuerzo, tiempo y dedicación. “No sé cómo las mujeres pueden ir guapas y no morirse de hambre”, dice el protagonista en un momento dado. Uno de los aspectos que más sorprenden, además, es el retrato que Hoffman hace de las consecuencias de esa presión por la belleza: la inseguridad y la falta de autoestima