El poeta Armando González Torres propone un viaje por algunas de las utopías que ha ideado e impulsado la humanidad en el libro Jardines en el cielo. ¿Qué hacer con las utopías?, que recién publicó Ariel. “Lo que yo hago es recoger algunas de las que me parecen más representativas y más atractivas piezas literarias. Y me interesa mucho hacer mención de personajes, mujeres y hombres extraordinariamente atractivos, los utopistas y las utopistas, personajes dementes, soñadores y altruistas”, asegura en entrevista González Torres. El autor indica que muchos de los derechos y de los avances civilizatorios que ahora nos parecen naturales, como equidad, estado de derecho, libertades de género, se plantearon primero dentro de estos trazos de las utopías, que a menudo parecían fantasiosos. Su propuesta en este ensayo es mostrar que muchos de los ideales más nobles de la humanidad se han acuñado en el género de la utopía, que ha evolucionado desde ser un divertimiento literario como lo fue en el Renacimiento, con la Ut
Un viaje por la literatura utópica
El poeta Armando González Torres propone un viaje por algunas de las utopías que ha ideado e impulsado la humanidad en el libro Jardines en el cielo. ¿Qué hacer con las utopías?, que recién publicó Ariel. “Lo que yo hago es recoger algunas de las que me parecen más representativas y más atractivas piezas literarias. Y me interesa mucho hacer mención de personajes, mujeres y hombres extraordinariamente atractivos, los utopistas y las utopistas, personajes dementes, soñadores y altruistas”, asegura en entrevista González Torres. El autor indica que muchos de los derechos y de los avances civilizatorios que ahora nos parecen naturales, como equidad, estado de derecho, libertades de género, se plantearon primero dentro de estos trazos de las utopías, que a menudo parecían fantasiosos. Su propuesta en este ensayo es mostrar que muchos de los ideales más nobles de la humanidad se han acuñado en el género de la utopía, que ha evolucionado desde ser un divertimiento literario como lo fue en el Renacimiento, con la Ut