No es ninguna novedad que Vicente Fernández goza de la fama de galán empedernido. Incluso, varias veces se lograron comprobar algunos romances extramatrimoniales que tuvo a la vista de todos, incluyendo de su esposa. Sin embargo, a doña Cuquita nunca le importó; para ella lo importante era que su marido siempre regresaba a sus brazos. La viuda de Vicente Fernández aseguró hace poco que estaba al tanto de que a su marido "le gustaba todo, desde muchachas hasta paletas. Y como siempre lo dije, de las puertas del rancho para acá era mi marido. Aunque me critican, me criticaron, no me interesa". Cuquita recordó que "él era muy él, él sabía dónde estaba yo, qué lugar tenía yo; tan lo supo que nunca se fue". Hubo una oportunidad en la que Vicente Fernández llegó a coquetear con Ana Bárbara. Descaradamente se aprovechó de la situación y no se le movió ni un pelo aun sabiendo que lo estaban grabando en vivo. Tampoco pareció afectarlo el hecho de que su esposa estuviera ahí. El cantante no pudo contenerse y sus mirada
Vicente Fernández se pasó de vivo
No es ninguna novedad que Vicente Fernández goza de la fama de galán empedernido. Incluso, varias veces se lograron comprobar algunos romances extramatrimoniales que tuvo a la vista de todos, incluyendo de su esposa. Sin embargo, a doña Cuquita nunca le importó; para ella lo importante era que su marido siempre regresaba a sus brazos. La viuda de Vicente Fernández aseguró hace poco que estaba al tanto de que a su marido "le gustaba todo, desde muchachas hasta paletas. Y como siempre lo dije, de las puertas del rancho para acá era mi marido. Aunque me critican, me criticaron, no me interesa". Cuquita recordó que "él era muy él, él sabía dónde estaba yo, qué lugar tenía yo; tan lo supo que nunca se fue". Hubo una oportunidad en la que Vicente Fernández llegó a coquetear con Ana Bárbara. Descaradamente se aprovechó de la situación y no se le movió ni un pelo aun sabiendo que lo estaban grabando en vivo. Tampoco pareció afectarlo el hecho de que su esposa estuviera ahí. El cantante no pudo contenerse y sus mirada