Vive su “locura” sin prejuicios

En 2005, el éxito “Gasolina” de Daddy Yankee dominaba las listas musicales de todo el mundo. “La tortura” de Shakira y Alejandro Sanz era un fenómeno de la radio, lo mismo que “La camisa negra”, de Juanes. Y ese año, Erik Rubín y Andrea Legarreta recibían a su primera hija, Mia Rubín. Un poco influenciada por la época en la que nació, rodeada de personas que empezaban a experimentar con diversas influencias musicales, Mia no siente que los tabúes sobre la música la limiten. Esto ha sido crucial para que pueda trazar su camino en la industria sin temor a ser encasillada. “Siempre he escuchado de todo. En la escuela crecí con reguetón y pop, pero en casa, con mi abuelo, siempre fue bolero. Luis Miguel, Los Panchos, Agustín Lara y Armando Manzanero fueron parte de mi infancia, y creo que por eso ahora me fascinan. También escuchaba rock en inglés y en español por influencia de mi papá”, cuenta en entrevista. La cantante de 19 años asegura que siempre ha sentido una conexión especial con el bolero, un género que