El cierre de una de las giras más importantes del mercado Latinoamericano quedó grabado para siempre. Y es que con el último concierto de su gira Sin Llorar, la “patrona” de la música mexicana, Yuridia, hizo historia convirtiéndose en la primera mujer en agotar todas las entradas para un concierto 360 en la Plaza de Toros La México. Es por eso que la artista decidió grabar un disco en vivo que ahora da a conocer con su primer sencillo, “Sin llorar”. Un aproximado de 45 mil personas formaron un coro que no se cansó de cantar a todo pulmón cada una de las interpretaciones de la “exacadémica” en la Plaza de Toros. Uno de los momentos más épicos fue “Sin llorar”, un tema que sin sospecharlo se coló entre los favoritos del público, dándole también nombre a la gira. Con cambios de vestuario, invitados especiales e impecables interpretaciones que llevaron a las lágrimas, literalmente a miles, Yuridia confirmó su lugar como la Nueva Reina de la Música Mexicana. El talento, la pasión y la experiencia fueron los motore
Yuridia promociona “Sin llorar”
El cierre de una de las giras más importantes del mercado Latinoamericano quedó grabado para siempre. Y es que con el último concierto de su gira Sin Llorar, la “patrona” de la música mexicana, Yuridia, hizo historia convirtiéndose en la primera mujer en agotar todas las entradas para un concierto 360 en la Plaza de Toros La México. Es por eso que la artista decidió grabar un disco en vivo que ahora da a conocer con su primer sencillo, “Sin llorar”. Un aproximado de 45 mil personas formaron un coro que no se cansó de cantar a todo pulmón cada una de las interpretaciones de la “exacadémica” en la Plaza de Toros. Uno de los momentos más épicos fue “Sin llorar”, un tema que sin sospecharlo se coló entre los favoritos del público, dándole también nombre a la gira. Con cambios de vestuario, invitados especiales e impecables interpretaciones que llevaron a las lágrimas, literalmente a miles, Yuridia confirmó su lugar como la Nueva Reina de la Música Mexicana. El talento, la pasión y la experiencia fueron los motore