Abandono en hospitales públicos

Basura por doquier, olores putrefactos, áreas sin iluminación, filtraciones en paredes y techos es lo primero que se observa y se percibe al ingresar al hospital público Doctor José Gregorio Hernández, ubicado en el oeste de Caracas, Venezuela. Pero la situación es aún más compleja dentro de la institución, una de las principales en la capital del país petrolero. Trabajadores del centro hospitalario, dependiente del Estado venezolano, coinciden en que no hay garantía de condiciones mínimas y necesarias de salubridad. Desde hace un par de años tienen acceso al agua, por ejemplo, una vez por semana y por unas cuantas horas. El personal de limpieza no cuenta con cloro, detergentes o algún tipo de desinfectantes requeridos para mantener el ambiente libre de bacterias. La situación dejó sin baños operativos tanto a usuarios como al personal que ahí labora. De los sanitarios clausurados salen olores putrefactos, producto de las heces y orina humana que reposan ahí. El servicio al paciente es precario o nulo. La uni