Al filo de la Constitución

Al presidente le estorba la Constitución para gobernar. No cree estar ahí para cumplirla y hacerla cumplir, sino para mandar por sobre de ella. La mayor parte de sus más importantes decisiones y reformas han suscitado conflictos y denuncias que controvierten su apego a los valores y disposiciones fundamentales. Escuchamos diariamente el discurso en que afirma defenderla y con frecuencia preocupante los actos de su gobierno o su partido se distinguen por atropellar, violentar o suprimir derechos y disposiciones administrativas y legales. El grotesco caso de la “ley Bonilla” es el más reciente, aunque un recuento de lo que va del sexenio hace evidente que esta práctica es constante y que podemos temer fundadamente que el ataque será permanente y que la resistencia y la defensa de la Constitución también serán constantes. La reforma a las remuneraciones de servidores públicos, el programa de estancias infantiles, la intentona de reforma al Poder Judicial, la operación de la Guardia Nacional; Santa Lucía, la susp