Francisco advirtió contra el periodismo que se convierte en “arma de destrucción” de personas o de pueblos, que alimenta el miedo o las divisiones, y pidió que esa profesión sea un factor de bien común. En la Sala Clementina del Palacio Apostólico del Vaticano, el pontífice recibió a una delegación del Orden Nacional de Periodistas de Italia, a quienes instó a “amar la verdad”, “vivir con profesionalidad” y “respetar la dignidad humana”. Calificó a los chismes como “terrorismo” y el “asesinar” a otros “con la lengua”, algo que vale también para los periodistas, porque su voz puede llegar a todos y es “un arma muy poderosa”. Sostuvo que detrás del simple relato de un acontecimiento existen sentimientos, emociones y, en definitiva, la vida de personas que si es injustamente difamada por un artículo, puede ser destruida para siempre. “Cierto la crítica es legítima, diría incluso necesaria, tanto como la denuncia del mal, pero esto debe ser siempre hecho respetando al otro, a su vida, a sus afectos”, afirmó. Prec
Alerta contra periodismo como arma de destrucción
Francisco advirtió contra el periodismo que se convierte en “arma de destrucción” de personas o de pueblos, que alimenta el miedo o las divisiones, y pidió que esa profesión sea un factor de bien común. En la Sala Clementina del Palacio Apostólico del Vaticano, el pontífice recibió a una delegación del Orden Nacional de Periodistas de Italia, a quienes instó a “amar la verdad”, “vivir con profesionalidad” y “respetar la dignidad humana”. Calificó a los chismes como “terrorismo” y el “asesinar” a otros “con la lengua”, algo que vale también para los periodistas, porque su voz puede llegar a todos y es “un arma muy poderosa”. Sostuvo que detrás del simple relato de un acontecimiento existen sentimientos, emociones y, en definitiva, la vida de personas que si es injustamente difamada por un artículo, puede ser destruida para siempre. “Cierto la crítica es legítima, diría incluso necesaria, tanto como la denuncia del mal, pero esto debe ser siempre hecho respetando al otro, a su vida, a sus afectos”, afirmó. Prec