Analfabetismo se ensaña con mujeres indígenas

"Antes era normal que las mujeres no fueran a la escuela, sólo los hombres, yo soy de esas mujeres. Ahora, a punto de morir, ya no me interesa aprender", dice Antonia Ruiz Martínez, quien dedicó su vida al comercio y a sus hijos. Desde Juchitán, la tierra que la hizo brotar a la vida, esta mujer zapoteca de 79 años considera que ya no siente la necesidad de aprender a leer y escribir, como cuando era niña y "tenía ganas de ir a la escuela". Hoy piensa que, pese a ser analfabeta, logró sacar adelante a sus dos hijos y construir un pequeño patrimonio. Antonia pertenece a los más de cuatro millones 700 mil mexicanos que no saben leer ni escribir, según la última Encuesta Intercensal, elaborada por Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en 2015. "Me han dicho sí me enseñan, pero para qué. No sabemos leer, pero no somos ignorantes", afirma al explicar por qué ha optado por no alfabetizarse en su adultez. Según especialistas, Antonia cumple con un perfil de vulnerabilidad que tienen miles de mujeres