Ante Trump, la sabia virtud de conocer el tiempo

Ante las acciones de Trump, lo más lamentable sería caer en la desesperación. Hasta ahora, hay que decirlo, el gobierno de México lo ha hecho relativamente bien. Ha respondido con claridad, no ha caído en bravuconerías (como las de Petro), y ha mostrado su disposición al diálogo y a la cooperación. No que esto vaya a suavizar a Trump -no se es ingenuo-; ni que se vayan a abrir canales de diálogo tan solo por la buena fe de una de las partes. Lo que sí es que esta estrategia le da al gobierno mexicano algo fundamental: tiempo. En su show del New York Times, Ezra Klein ha hecho un brillante análisis de lo que realmente está pasando en EE. UU. Desenmascara la estrategia de Trump con declaraciones de su asesor, Steve Bannon, en 2019. En pocas palabras, Trump quiere ser percibido como rey, aunque no lo sea y nunca lo será. Está actuando para crear esa realidad, hace el performance (o espectáculo) de un rey con la idea de que una ficción repetida muchas veces se convierte en realidad. La avalancha de órdenes ejecut