El pleno de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión aprobó las solicitudes de licencia de las dos “corcholatas” presidenciales del oficialismo, Manuel Velasco Coello, senador del PVEM; y Gerardo Fernández Noroña, diputado federal del PT. Durante la sesión ordinaria y sin la despedida, ni mariachi, ni besamanos, se avalaron las licencias, en el caso de Velasco a partir de este 13 de junio y en el de Fernández Noroña a partir del 15 de junio. En tribuna, Fernández Noroña criticó incluso el anuncio de Monreal de que acudirá el próximo sábado a la Basílica de Guadalupe “a darle gracias a Dios”, al argumentar que “hay quienes hacen invocaciones a sus creencias religiosas, pero vivimos en un Estado laico, no deben ser invocadas en un debate político”. Dijo que con “no con poca congoja dejo este lugar, a nombre de los olvidados, de los explotados. Siempre he defendido la defensa de nuestro movimiento con pasión”. Finalmente, el diputado Gerardo Fernández Noroña calificó como “un error” la decisión del Cons
Aprueban licencias de Velasco y Noroña
El pleno de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión aprobó las solicitudes de licencia de las dos “corcholatas” presidenciales del oficialismo, Manuel Velasco Coello, senador del PVEM; y Gerardo Fernández Noroña, diputado federal del PT. Durante la sesión ordinaria y sin la despedida, ni mariachi, ni besamanos, se avalaron las licencias, en el caso de Velasco a partir de este 13 de junio y en el de Fernández Noroña a partir del 15 de junio. En tribuna, Fernández Noroña criticó incluso el anuncio de Monreal de que acudirá el próximo sábado a la Basílica de Guadalupe “a darle gracias a Dios”, al argumentar que “hay quienes hacen invocaciones a sus creencias religiosas, pero vivimos en un Estado laico, no deben ser invocadas en un debate político”. Dijo que con “no con poca congoja dejo este lugar, a nombre de los olvidados, de los explotados. Siempre he defendido la defensa de nuestro movimiento con pasión”. Finalmente, el diputado Gerardo Fernández Noroña calificó como “un error” la decisión del Cons