La declaración como santos de la Iglesia Católica a los videntes de Fátima, Francisco y Jacinta Marto, pastorcitos y niños de 9 y 7 años de edad, acapara el interés en el segundo día de visita del papa a Portugal. En la explanada del santuario dedicado a las apariciones de la virgen a esos pequeños, 100 años atrás, Francisco dirigió la misa y la canonización ante más de 500 mil personas. El líder católico se trasladó hasta la basílica de Fátima, donde rezo ante las tumbas de los pastores y, en el altar ubicado en el atrio del templo, celebro la misa que incluyo la declaratoria de los nuevos santos. Esto ocurre justo 100 años después de las apariciones de la Virgen en Cova de Iria, el mismo valle donde surge hoy el santuario, a los hermanos Marto, de 9 y 7 años, quienes estaban acompañados por su prima Lucía Dos Santos, de 10. Las visiones comenzaron el 13 de mayo de 1917, las manifestaciones continuaron durante los siguientes seis meses, cada día 13 (salvo en una ocasión) y concluyeron con el famoso “mila
Canonizan a los niños pastores de Fátima
La declaración como santos de la Iglesia Católica a los videntes de Fátima, Francisco y Jacinta Marto, pastorcitos y niños de 9 y 7 años de edad, acapara el interés en el segundo día de visita del papa a Portugal. En la explanada del santuario dedicado a las apariciones de la virgen a esos pequeños, 100 años atrás, Francisco dirigió la misa y la canonización ante más de 500 mil personas. El líder católico se trasladó hasta la basílica de Fátima, donde rezo ante las tumbas de los pastores y, en el altar ubicado en el atrio del templo, celebro la misa que incluyo la declaratoria de los nuevos santos. Esto ocurre justo 100 años después de las apariciones de la Virgen en Cova de Iria, el mismo valle donde surge hoy el santuario, a los hermanos Marto, de 9 y 7 años, quienes estaban acompañados por su prima Lucía Dos Santos, de 10. Las visiones comenzaron el 13 de mayo de 1917, las manifestaciones continuaron durante los siguientes seis meses, cada día 13 (salvo en una ocasión) y concluyeron con el famoso “mila