Caracol púrpura de la Costa oaxaqueña, bajo riesgo

La gente no lo sabe, pero entre los pueblos costeños de Oaxaca los japoneses son todo, menos populares. La culpa de este disgusto internacional es de un molusco, un pequeño caracol cuya vida transcurre sobre las piedras que se extienden en la Costa oaxaqueña y de cuyo cuerpo nace un tinte púrpura. A causa de los japoneses este molusco estuvo a punto de desaparecer. La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) ha documentado que a principios de los años 80 los trabajadores nipones arrancaban a los caracoles de su existencia pétrea con un gancho de fierro, untaban el líquido que brotaba del cuerpo de los moluscos sobre prendas de seda para teñirlas y luego se deshacían de ellos. En el proceso, el molusco moría o, más bien, lo mataban para obtener hermosos kimonos color púrpura. En cinco años la especie casi fue aniquilada. "Fue cuando bajó el caracol púrpura. Lo tiraban, lo dejaban en el sol y ese molusco es delicado, no lo puedes dejar en la piedra caliente porque se muere, porque dilata como ci