Cárteles del narco operan “sin fronteras”

La sangrienta guerra entre los cárteles del narcotráfico internacional siguió borrando fronteras terrestres en América Latina para exportar la violencia criminal de México a Guatemala, de Colombia a Ecuador y Perú, de Honduras a El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, o de Venezuela a Brasil, y a enlodar a Bolivia, Chile, Uruguay, Argentina y Paraguay. Los narcos prolongaron la sangrienta transnacionalización de la delincuencia organizada. Cruzaron los pasos limítrofes interamericanos para tomar venganzas, pelear por el control de territorios, expandir la corrupción política, militar, policial, judicial y empresarial, y empoderar a sus redes de tráfico mundial de cocaína, heroína, marihuana, fentanilo y otras drogas sintéticas. “El delincuente siempre va a buscar su facilidad y las fronteras son el camino apropiado a la impunidad. Ahí no hay justicia ni leyes y todo el mundo hace lo que cree a su criterio”, afirmó el general en retiro, Mauro Vargas, exdirector general de Inteligencia de la Policía Nacion