Circo y cerco en la ASF

El espectáculo protagonizado por el auditor superior de la Federación con la descalificación pública de la metodología utilizada para calcular el costo de cancelación del aeropuerto de Texcoco, inoculó el virus de la desconfianza sobre una de las piezas clave del combate a la corrupción en el país. La forma y velocidad de la rectificación no fue una inocente fe de erratas, sino una reacción inmediata al regaño presidencial. Con o sin intención, la ASF se puso a merced de la jauría electoral. Como primer trofeo, el auditor especial de desempeño —responsable de la auditoría al aeropuerto— quedó temporalmente separado del cargo. Como segundo, se hizo una comparecencia frente a integrantes de la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados en la cual se invirtieron más de dos horas y media para culpar al pasado y no decir nada sobre los posibles errores del presente. La Comisión de Vigilancia, integrada por miembros de ocho partidos distintos, tiene la importante tarea de vigilar al vigilante para que este r