CNDH sin excepción ni sumisión

La violencia contra las mujeres en todas sus expresiones, tiene a partir de esta semana un temor adicional: el riesgo de que la institución encargada de defendernos de los abusos —no solo de los agresores—, sino de los que provienen del poder, sean vistos a través del retrovisor que acostumbra la autodenominada «Cuarta Transformación”. La elección de Rosario Piedra Ibarra como nueva titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), sorprendió por violar la Constitución con un procedimiento en el Senado plagado de irregularidades; porque incumplió un requisito legal fundamental para garantizar su independencia del poder: no desempeñar, ni haber desempeñado cargo de dirección nacional o estatal, en algún partido político en el año anterior a su designación; pero, sobre todo, por mostrarse extrañada frente a los asesinatos de periodistas ocurridos durante la presente administración federal y declarar que ella solo ha visto lo ocurrido en sexenios pasados. La autonomía no admite excepciones ni sumis