Con todo y pandemia continúa la juerga en Latam

Ni la pandemia del coronavirus detuvo las juergas en América Latina. Un ejemplo se popularizó en Colombia con las “burrotecas”: burros, mulas, caballos, yeguas o ponis que en sus alforjas llevan licor, música, equipo de sonido, control remoto, luces, baterías y otros accesorios para amenizar fiestas en cabalgatas por veredas y caminos, romper el rigor de la cuarentena y, sin limitación vehicular por número o letra de matrícula, burlar la vigilancia policial y militar. “Se realizan fiestas con una burroteca con la que recorren” el sur de Cali, invitan por internet, infringen la “ley seca” y el toque de queda y no respetan el distanciamiento social y el uso adecuado de tapabocas o mascarillas, dijo Jimmy Dranguet, subsecretario de Inspección, Vigilancia y Control del gobierno de esa ciudad suroccidental de Colombia. Pero las parrandas para salir del aburrimiento por las restricciones ante el Covid-19 proliferaron en otros países de América Latina, de Ecuador a Chile, Perú o Brasil o de Nicaragua a Panamá y Cost