Conectividad y bienestar

A finales de 2020, durante los oscuros días de la pandemia, el gobierno del entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, estableció un fondo de emergencia por tres mil 200 millones de dólares para ayudar a los estadounidenses a pagar el servicio de Internet. Un año después, ya bajo la presidencia de Joe Biden, a través de una iniciativa bipartidista del Congreso, este fondo se convirtió en un programa social: The Affordable Connectivity Program, que amplió el presupuesto a 14 mil 200 millones de dólares que han sido destinados para dar conectividad a más de 23 millones de hogares con bajos ingresos. Chile, uno de los líderes en conectividad de América Latina, cuenta con diversos subsidios para llevar servicios de telecomunicaciones a las zonas más alejadas del país y a grupos vulnerables de la sociedad. Por su parte, España cuenta con un programa financiado por la Unión Europea para ayudar a conectar a los habitantes de zonas rurales remotas. Las acciones de estos gobiernos no son fruto de la coincide